Embarcamos rumbo a Cíes y fuimos hablando de las actividades que teníamos programadas para la semana, pero a Jaime no le cogieron de sorpresa porque ya vino el segundo fin de semana de Septiembre. Ya nos dijo que volvería toda la semana, y aquí está, trabajando por tres.
Después de guardar todas las cosas en la cocina y comer, que ya eran horas, tarde libre para acomodar las cosas en lo que será nuestro hogar estos cinco días y para conocer la isla. Jaime ya conocía las islas y además había hecho una ruta guiada hasta el Faro de Cíes y el Faro da Porta el fin de semana que estuvo con nosotros, asique se acercó al Observatorio de Aves que queda en la Isla Norte y al Faro do Peito para ver la colonia de cormoranes que anidan en las Cíes.
Al día siguiente ya teníamos una misión: acabar de restaurar el cartel que habían estado lijando los chicos de la semana pasada. Nos llevará varios días porque va a estar en el exterior y lleva varias manos de tratamiento para que la madera aguante la salitre, asique ya os enseñaremos el trabajo acabado.
Comimos y esta vez tocó tarde de playa. Menudo día. Ya nos gustaría que muchos días de pleno agosto fueran como este.